viernes, 23 de enero de 2015

El misterioso peliverde

Me observaba.
El chico estaba ahí, en... ¿Mi casa? 
Era un apartamento, de éso estaba seguro. A través del balcón, se veían las altas montañas cuyas cumbres tapaban nubes. ¿Pero cómo va a ser ésto cierto, si de costa yo soy?
Pero al final te encontraba; estabas abriendo la puerta, despeinado y recién despertado. ¿Quién tu sueño había levantado? Pero me asusté. Me asusté mucho. Tanto que me desperté. Pero yo te estaba viendo, en mi sueño, ¿o en mi realidad? Tú estabas ahí, vigilándome, al igual que yo a ti. Me espiabas. Yo subía las montañas, y tú no parabas de observarme; desde el balcón. Atento a todos y cada uno de mis movimientos, ni un solo músculo pudiere moverse bajo tu escrutinio. 
Al regresar, estabas tras las cortinas, ¡cómo un camuflaje tan simple pudo resultar tan eficaz! ¿Y por qué? Si yo te venía, pero mis ojos no te encontraban. Tú seguías buscándome, sin percatarte de que estaba justo a tu lado, y yo sin notar en absoluto tu existencia en mi mismo lugar.
Tú estabas roncando y yo no sabía que ese era tu sonido, que esa era tu respiración. Tenía que ver quien había, ¡tenía que ver quien era! 
Y me diste tanto miedo...
Con pantalones cortos, abriendo la puerta, despeinado y recién despertado. ¿Quién tu sueño había levantado? Y me asusté. Eras bajito, seguías bajito, y tu ropa era de un tono beige tan suave. un color tan agradable...
...Y me desperté.

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