martes, 3 de junio de 2014

"Si estás leyendo ésto, tenemos una noticia para tí: Has estado en coma desde hace 10 años.
Estamos utilizando todo lo que tenemos para despertarte. Si lees esto... Por favor, despierta."

La frase me impactó. Estábamos haciendo un trabajo en lengua castellana sobre los tipos de texto de la actualidad, analizándolos y descubriendo su naturaleza, y esas cosas.

Realmente, eso era lo que tendríamos que estar haciendo, pero en los días dieci-algo de junio, ya ni los profesores tienen ganas de dar temario, y simplemente nos obligó a traer periódicos para hacer ver como que hacíamos algo. El profesor estaba reclinado, con las piernas sobre la mesa, inmerso en lo que parecía la lectura de algún libro en su ipad.

Mi postura tampoco variaba mucho, los dos antebrazos apoyados en la mesa, cruzados, y mi cabeza encima, mirando por la ventana. El resto de la clase se dividía en dos grupos, uno jugando a las cartas y otros con los ojos fijados en sus teléfonos, comentando vídeos virales y chistes grabados, por ello, en la clase había un bullicio permanente, que a veces bajaba o subía el tono según molestase o no al profesor en su lectura...

Era realmente el ambiente de los últimos días de instituto. Una hora entera así te dejaba el cerebro aletargado para el resto de la jornada, pero había que seguir viniendo si no queríamos tener faltas.

Entonces mi compañero de mesa comenzó a llamarme. Tardé en reaccionar bastante, el simple hecho de cambiar de postura era cercano a agotador con el calor que hacía. Impaciente, me lanzó una bola de periódico, que rebotó en mi cabeza y cayó al suelo.

+ ¡Túu! Deberíamos hacer algo con esto del periódico, ¿no?

Respondí con un gruñido, y me levanté a por el proyectil que me había lanzado hace unos segundos. Pensándolo ahora, no entiendo por qué lo hice. Fue como si esa pobre página de periódico me llamara. Pero una llamada muy fuerte, aún así imperceptible. Las posibilidades de que yo me levantase para coger aquella pelota, era seguramente una cifra tras una coma y adelantada por millones de ceros.

... Pero aún así, lo hice.

Me levanté, conseguí salir por el pequeño espacio que había entre la silla de mi compañero y la mesa de atrás, y me agaché para coger la pelota.

Pero a como cinco minutos de alcanzarla inevitablemente, sentí un escalofrío. Era extraño.

Cuando alguien hace una pelota, normalmente suele quedar el papel arrugado de una forma irregular, sin realmente forma de leer nada, sólo algunas palabras, letras sueltas, y como mucho frases cortas.

Y efectivamente, así era, pero podía leer perfectamente aquel enunciado:

"Si estás leyendo ésto, tenemos una noticia para tí: Has estado en coma desde hace 10 años.
Estamos utilizando todo lo que tenemos para despertarte. Si lees esto... Por favor, despierta."

Intenté seguir leyendo la noticia, pero no había continuidad. Es más, parecía como si esa frase hubiese sido pegada ahí con celo, pues tanto la noticia de arriba como la de abajo tenían una cierta relación, pero aquella era completamente aliena.

Le enseñé aquella bola a su lanzador, pero me miró extrañado, y al volver a dirigir la mirada al lugar donde antes estaban inscritas aquellas palabras... Ya no había nada.

Pero yo estaba seguro. Ahí estaba escrito eso. ¿Por qué ahora no? Y además, ¿por qué de aquella manera tan extraña? Y encima sin ningún efecto para desvanecerse. Nada paranormal. Parecía incluso razonable. Ni un triste efecto de humo para que desapareciese el texto. Na-da. Creo que por ello, mi mente asumió que efectivamente no era un sueño. Y mi vida comenzó a ser un sinsentido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.