domingo, 30 de noviembre de 2014

Ilusión

...Y creo que voy a hacer una locura muy grande, una de las mayores y mejores locuras que hará nadie, pero estoy tan emocionado con esta locura, y estoy seguro de que jamás me arrepentiré de élla.

Pero... ¿Qué hacer, qué hacer, qué hacer? ¿Qué hacer cuando la más dulce opción es la más dura de sobrellevar, la que más peso en ti impone, la que más esfuerzo en ti depone? 

¿Aceptar la dulce llamada del chocolate, o restringirse a la amarga verdura? Tanto uno como otro son igual de necesarios, y seguramente el abuso de cualquiera es perjudicial, pero si la sociedad dice "brócoli" y tu espíritu aspira por un castillo de chocolate, ¿luchar y ser libre, o restringirse a lo común?

Mi interior ahora mismo recorre un torbellino de alegría ante la multiplicidad de universos a los que podría alcanzar con ese simple trozo de madera, esas cuatro cuerdas que lo recorren de un lado a otro, saltando sobre el micrófono que amplificará los más profundos pensamientos, pronunciados por la fricción de unos suaves y rubios cabellos.

Es horrible, pero a la vez tan agradable... Mi cuerpo se descontrola, y vuela en las ilusiones que podría alcanzar con él. Ni fama ni gloria mundial obtendría, pero mi peso ya nada pesaría.

Qué hacer, qué hacer.

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